El Ministerio de Sanidad ha dado a conocer las preocupantes cifras del sistema de información de atención primaria (SIAP) al cierre de 2021, revelando un escenario desafiante para la atención médica en España. A pesar del aumento significativo en el número de consultas médicas no urgentes, que pasaron de 234 millones en 2019 a 262 millones en 2021 (un aumento del 12%), la disponibilidad de médicos de atención primaria ha disminuido.
Según las estadísticas del SIAP, el número de médicos de medicina de familia y comunitaria en equipos de atención primaria ha descendido en 136, pasando de 29,737 en 2019 a 29,601 en 2021. Este descenso no se limita a Cataluña, donde se informa de una ruptura en la serie estadística debido a la limpieza de datos, sino que afecta a otras regiones como Asturias, Castilla y León, Madrid, Navarra, País Vasco y La Rioja.
El impacto de la pandemia se refleja en un aumento de la presión asistencial para los médicos de familia, principalmente debido al incremento de consultas relacionadas con el COVID-19. A pesar de un crecimiento de la población atendida en 377,268 personas desde 2019, no se ha traducido en un aumento proporcional de médicos en atención primaria.
La frecuentación general, que representa el número de visitas por habitante, ha aumentado de 5.1 en 2019 a 5.7 en 2021. Cada médico, en promedio, se encarga de 29 pacientes más que en 2019, lo que contribuye aún más a la carga asistencial.
Las diferencias regionales son notables, con comunidades como Baleares asignando a cada médico una media de 1,805 pacientes, mientras que en Castilla y León la cifra es de 922 pacientes. Estas diferencias se deben en parte al envejecimiento o dispersión de la población en diferentes autonomías.
La asignación de pacientes por médico ha aumentado de manera significativa en algunas autonomías en solo tres años. Por ejemplo, en el País Vasco, cada médico de atención primaria debe atender a 81 pacientes más en su cupo que hace tres años.
A nivel nacional, 11,300 médicos de familia (el 38% del total) tienen asignados más de 1,500 pacientes, considerado el límite máximo por sociedades científicas y colegios profesionales. Además, 738 médicos (el 2.4% del total) tienen más de 2,000 pacientes a su cargo, una situación que se considera insostenible.
En el caso de los pediatras de atención primaria, se observa una disminución en el número, pasando de 6,502 antes de la pandemia a 6,474 en 2021. Aunque el personal de enfermería ha experimentado un ligero aumento, sumando todo el personal de primaria, incluyendo el administrativo y no sanitario, los centros de salud cuentan con 370 personas menos para hacer frente a la creciente demanda sanitaria por parte de los pacientes.
Estas cifras preocupantes resaltan la necesidad urgente de abordar la escasez de recursos humanos en atención primaria para garantizar una atención médica efectiva y sostenible en España.